Por Carpintero Benjamin
El acusado de violación de una menor de 13 años, Jorge Javier Ramos Flores, realizó una cruda confesión en la cual aseguró que conocía a la madre de la menor que violó el pasado 23 de abril, reconociendo que ella es la persona que lo había denunciado ante la Justicia por el delito de narcotráfico. Así lo dio a conocer la tarde de ayer el fiscal Raúl Arancibia durante el control de detención que se le realizó a Ramos Flores, señalando además inéditos detalles del cómo este taxista de Alto Hospicio habría cometido el ultraje. La confesión deja al descubierto la posibilidad de que el ultraje sea una venganza en contra de la mujer que lo denunció por la venta de estupefacientes. En la audiencia, familiares de Jorge Ramos estuvieron presentes para conocer el desarrollo del control de detención. La abogada defensora Alejandra Gálvez fue la encargada de velar por los derechos del detenido, mientras que el magistrado Francisco Berríos representó al poder judicial.
Para argumentar su acusación, el fiscal Raúl Arancibia relató que el pasado 23 de abril la menor B.M.G se aprestaba a tomar locomoción para llegar a su hogar cerca de las 16.30 horas, en compañía de dos compañeros de curso, en las afueras de un colegio ubicado en avenida Las Américas. En esos momentos un taxi colectivo se les acercó para llevarlos a sus destinos y los pequeños estudiantes aceptaron sin saber las malas intenciones de su conductor. El hecho podría haber estado planificado, puesto que su conductor trasladó a los dos niños primeros hasta sus domicilios y dejó a la pequeña B.M.G para el final. Sentada en el asiento delantero, la menor no sospechaba que el episodio más dramático de su vida estaría por llegar. Sin dar excusa alguna, el conductor del vehículo se trasladó rápidamente hasta un sitio eriazo por calle Las Naciones, estacionando el vehículo e iniciando tocaciones al cuerpo de la niña sin tomar en cuenta los ruegos de la menor que, insistentemente y con lágrimas en sus ojos, le pedía que se detuviera. Luego procedió a violarla y a dejarla abandonada en el lugar. El socorro de dos personas que viajaban en un furgón por el lugar permitió a B.M.G llegar hasta el consultorio de Alto Hospicio para hacer la denuncia y constatar sus lesiones. El acusado de violación fue reconocido por la menor ultrajada a través de un set fotográfico cuando éste fue detenido por personal de la BRISEXME de la PDI la tarde del lunes luego de realizarle un control de identidad y verificar que no presentaba licencia de conducir y porque había entregado un nombre falso en Alto Hospicio. La víctima, dentro de sus declaraciones a la PDI y al fiscal dejó claro que si bien no sabía exactamente quien era Jorge Javier Ramos Flores, testimonió que conversó en más de una vez con el acusado y que incluso, en una ocasión, habría intentado darle un beso a la fuerza.
Además, la fiscalía recalcó a la autoridad judicial que existen testimonios de los compañeros que se subieron al taxi el día del delito y de una mujer que vio ingresar el vehículo al sitio eriazo y que relató haber visto en él a la menor y un adulto. Jorge Javier Ramos Flores cuenta en sus antecedentes con una condena por 5 años y un día por tráfico de drogas y deberá pasar cien días en prisión como forma de asegurar su comparecencia a las audiencias del juicio y por tratarse de una persona de alta peligrosidad para la sociedad.
Como una forma de recopilar más pruebas que aclaren el caso, el fiscal Arancibia solicitó que el acusado se realice una prueba de fluidos para compararlos con los hallados en la ropa interior de la afectada el día en que constató lesiones en el servicio público. Como la defensa se opuso el magistrado ordenó la ejecución de una nueva audiencia fijada para el 16 de junio con el fin de resolver si se hace de forma voluntaria o se exige su cumplimiento de forma judicial. FOTO/ CRISTIAN VIVERO BOORNES
Para argumentar su acusación, el fiscal Raúl Arancibia relató que el pasado 23 de abril la menor B.M.G se aprestaba a tomar locomoción para llegar a su hogar cerca de las 16.30 horas, en compañía de dos compañeros de curso, en las afueras de un colegio ubicado en avenida Las Américas. En esos momentos un taxi colectivo se les acercó para llevarlos a sus destinos y los pequeños estudiantes aceptaron sin saber las malas intenciones de su conductor. El hecho podría haber estado planificado, puesto que su conductor trasladó a los dos niños primeros hasta sus domicilios y dejó a la pequeña B.M.G para el final. Sentada en el asiento delantero, la menor no sospechaba que el episodio más dramático de su vida estaría por llegar. Sin dar excusa alguna, el conductor del vehículo se trasladó rápidamente hasta un sitio eriazo por calle Las Naciones, estacionando el vehículo e iniciando tocaciones al cuerpo de la niña sin tomar en cuenta los ruegos de la menor que, insistentemente y con lágrimas en sus ojos, le pedía que se detuviera. Luego procedió a violarla y a dejarla abandonada en el lugar. El socorro de dos personas que viajaban en un furgón por el lugar permitió a B.M.G llegar hasta el consultorio de Alto Hospicio para hacer la denuncia y constatar sus lesiones. El acusado de violación fue reconocido por la menor ultrajada a través de un set fotográfico cuando éste fue detenido por personal de la BRISEXME de la PDI la tarde del lunes luego de realizarle un control de identidad y verificar que no presentaba licencia de conducir y porque había entregado un nombre falso en Alto Hospicio. La víctima, dentro de sus declaraciones a la PDI y al fiscal dejó claro que si bien no sabía exactamente quien era Jorge Javier Ramos Flores, testimonió que conversó en más de una vez con el acusado y que incluso, en una ocasión, habría intentado darle un beso a la fuerza.
Además, la fiscalía recalcó a la autoridad judicial que existen testimonios de los compañeros que se subieron al taxi el día del delito y de una mujer que vio ingresar el vehículo al sitio eriazo y que relató haber visto en él a la menor y un adulto. Jorge Javier Ramos Flores cuenta en sus antecedentes con una condena por 5 años y un día por tráfico de drogas y deberá pasar cien días en prisión como forma de asegurar su comparecencia a las audiencias del juicio y por tratarse de una persona de alta peligrosidad para la sociedad.
Como una forma de recopilar más pruebas que aclaren el caso, el fiscal Arancibia solicitó que el acusado se realice una prueba de fluidos para compararlos con los hallados en la ropa interior de la afectada el día en que constató lesiones en el servicio público. Como la defensa se opuso el magistrado ordenó la ejecución de una nueva audiencia fijada para el 16 de junio con el fin de resolver si se hace de forma voluntaria o se exige su cumplimiento de forma judicial. FOTO/ CRISTIAN VIVERO BOORNES
.jpg)
.JPG)
.jpg)
.jpg)
.jpg)
.JPG)
